Al recuerdo de todas las personas que pasaron por este edificio, sus historias, sus alegrías, sus fatigas, y sobre todo a las grandes amistades que allí nacieron se dedica esta instalación pensada para todos con mucho cariño. Consiste en la división de la sala superior de exposiciones temporales del Museo en las cuatro casas que allí había en un principio. Gracias a testimonios de personas que habitaron allí, se puede saber los buenos momentos que vivieron las familias que pasaron a lo largo de los años.

-Éramos como una gran familia-. Esta división se realiza por medio de cintas de colores entrelazadas unas con otras, representando todos esos lazos de unión y momentos felices que allí se forjaron; las largas noches de verano en el patio interior, adultos y niños disfrutando de la vida… -Qué tiempos tan felices con tan poco-.