El presente proyecto continúa con la reflexión planteada en trabajos anteriores sobre mi permanente interés por la redefinición del espacio público mediante la intervención con elementos industriales, invitando al espectador a una constante reflexión sobre el espacio y su ocupación, y sobre la escala temporal y espacial que nuestra época nos impone. Las estructuras creadas con sencillas esponjas de baño de poliuretano –cada vez más en desuso- están pensadas para generar una serie de redes modulares que recuerdan a diversos elementos propios de edificios civiles y religiosos de épocas pasadas donde paredes, suelos y techos tenían una decoración geométrica perfectamente estructurada, que en este caso se ha realizado siguiendo los criterios de percepción del color RGB. También se invita a reflexionar sobre la fragilidad de algo tan fundamental como la vivienda, configurada estructuralmente por una serie de muros y tabiques que componen la base de la construcción de edificios que sirven para organizar la vida humana. Las bases de los planes urbanísticos y de movilización ciudadana hacia distintas zonas de las ciudades han demostrado ser ineficaces, cuando no estériles, convirtiendo algunas áreas –incluyendo los centros urbanos- en verdaderas ruinas arquitectónicas; un hecho que se representa con una pared fabricada con esponjas de baño. Este proyecto no deja residuo ni interfiere en ninguna zona del edificio ni en su mobiliario.